¿Conoces la rafia? Es una fibra natural súper flexible y resistente. Es un material con el que no había trabajado antes, y la verdad es que me ha parecido súper versátil y sencilla, además de que cunde un montón. Ya hice un post sobre cómo hacer pendientes con este material (puedes verlo aquí), y ahora quiero enseñarte este bolsito de rafia tan apañado para ir de paseo, a la playa, o usarlo para ir a comprar y rechazar las bolsas de plástico de un solo uso.
He utilizado la técnica del macramé, ya que me llama bastante la atención. Solamente había hecho un par de maceteros colgantes hasta la fecha, y la verdad es que espero hacer más cosillas de macramé en el futuro, ¡parece hasta terapéutico!
MATERIALES
–Asa de ratán (hay varios tamaños disponibles)
–Rafia tintada rojo magenta (madeja de 150gr) ¡Tienen muchos más colores disponibles!
-Tijeras
Como habrás podido comprobar, solamente necesitas dos materiales (y las tijeras) para tener un bolsito tan apañao como éste. Además, la rafia es un material SÚPER económico. ¿Te he convencido? ¡Pues atención al paso a paso! 🥰
BOLSITO DE MACRAMÉ CON RAFIA: PASO A PASO
El diseño lo he sacado de un vídeo de Youtube que me ha parecido súper didáctico y fácil de seguir. No quería complicarme mucho la vida con un material (rafia) y una técnica (macramé) de la que sé más bien poquito. El macramé acostumbra a hacerse con todo menos con rafia pero bueno, creo que así le he añadido un puntillo de originalidad al asunto.😊
El vídeo está en inglés, y también pueden ponerse subtítulos en inglés. Me he tomado la libertad de resumir los pasos rápidamente por si alguien tiene dificultades con el idioma, pero lo cierto es que es súper intuitivo y simplemente mirándolo ya puede deducirse cómo se hace el bolsito!
Abre la madeja de rafia y empieza a separar hebras en montoncitos. Para cada “grupo” he juntado unas 4 hebras. La longitud aproximada que tienen es de 1.5 metros (algunas medirán más, otras menos). Pero al estar todas juntas en manojo, no se notará. Haz 24 montones.
Vídeo: hasta el minuto 1:35 enseña a hacer las asas, y luego empieza a “macramear”. En mi caso (y el tuyo, si aplica) al tener las asas de ratán, pasé directamente a montar la estructura del bolso. Si necesitas añadir las asas también con rafia, simplemente tendrás que tener un par más de montoncitos de hebras. (A partir de ahora, a los “grupos”, “montones”, “hebras” etc. voy a llamarles cuerdas para no liarnos. 😊)
(Minuto 1:50) En cada asa, ata con un “nudo de alondra” 12 de las cuerdas. Repite el mismo proceso en el otro lado.
(Minuto 2:40) Para la primera fila de nudos de cada aro, se empieza con un “nudo cuadrado”. Este es uno de los nudos básicos en macramé.
De izquierda a derecha, toma las cuatro primeras cuerdas (que corresponden a dos nudos), dejando la segunda y la tercera cuerda en el medio. Ahora, con la primera, forma una L por encima de la segunda y la tercera cuerda. Pasa la cuarta cuerda por debajo de la segunda y la tercera, y entonces haz un nudo con la primera. (Parece lioso la primera vez, pero en cuanto le pilles el truco, es pan comido!)
(Minuto 3:25) Ahora haz un nudo cuadrado pero del “revés”, o sea, haciendo una L invertida con la cuarta cuerda y pasando la primera por debajo de la segunda+la tercera, y haciendo un nudo junto con la primera. Aprieta bien.
(Minuto 4:25) Ahora que ya tenemos la primera fila lista en cada una de las asas, empezaremos a alternar nudos cuadrados. Dejamos fuera las dos primeras cuerdas y volvemos a hacer un par de nudos cuadrados, pero esta vez no los aprietes hasta arriba de todo. Deja una separación prudencial, como más te guste.
Aquí es donde se puede jugar un poco con las distancias y customizar el bolso de la manera que se prefiera. Vigila que no queden los agujeros entre nudos demasiado grandes, o es posible que se te caigan las cosas del bolso (depende de lo que lleves, claro). Siempre puedes solucionarlo añadiendo un forro de tela por dentro. Si quieres que los nudos queden perfectamente a la misma distancia, puedes usar una regla y medir el hueco que quieres dejar. Yo, igual que en el vídeo, lo hice un poco a ojo, dejando unos tres dedos aproximadamente entre nudo y nudo.
(Minuto 6:30) Para la tercera fila, empezamos utilizando las dos primeras cuerdas que habíamos dejado fuera en la segunda fila, y dos de las cuerdas del anterior nudo.
(Minuto 7:30) Al acabar la tercera fila, es momento de juntar los dos lados para que el bolso empiece a tener forma. Los primeros nudos que hemos hecho son ligeramente distintos del derecho que del revés, así que tienes que ponerlos enfrentados.
(Minuto 8:20) Junta los dos primeros extremos de una de las caras con los dos últimos de la otra cara (los extremos, vaya). De nuevo, haz un par de nudos cuadrados alternados y repítelo por toda la bolsa hasta acabar la cuarta fila de nudos.
A partir de aquí, sigue haciendo nudos hasta que llegues a una longitud que te guste (o hasta que la rafia se empiece a acabar).
(Minuto 10:00) Para acabar tu bolso, tendrás que hacer el último par de nudos bien apretaditos, justo a ras del último que has hecho (como hicimos en la primerísima fila de arriba).
(Minuto 11:30) Ahora es momento de cerrar la base del bolso, de la manera más fácil posible. Ata todas las cuerdas enfrentadas con un par de nudos simples (los de toda la vida). La chica del vídeo deja las cuatro primeras cuerdas apartadas; pero con la rafia, al quedarme ya poquita, los fui atando todos sin distinción. Apretando bien, no creo que vayan nunca a soltarse los nudos. Pero si quieres asegurarte, puedes añadir un poco de pegamento a las terminaciones. Aprovecha para cortar a ras cualquier hilo que haya quedado algo deshilachado.
(Minuto 13:50) Ahora deberás darle la vuelta al bolso, y los flecos quedarán por dentro.
Si las “cuerdas” se están quedando cortas pero quieres conseguir un bolso más largo…
¡Esto fue lo que me pasó a mí! Te traigo la solución, baby. 😝
Al acabar uno de los nudos cuadrados, introduje una nueva cuerda entre ellos. Con un nudo de alondra, queda súper bien sujeto y ya puedes seguir con tu bolso. 😉 Tendrás que hacer esto en dos filas consecutivas para conseguir que todas las “cuerdas” tengan hebras nuevas.
Junta cada “manojo” nuevo como si fuera una cuerda (igual que has hecho hasta ahora) y cuando hagas las divisiones para los distintos nudos, intenta que las hebras queden bastante repartidas (especialmente las nuevas y largas). Así evitarás que las cuerdas te empiecen a quedar más cortas de un lado que del otro.
Si te fijas, en el momento de hacer el bolso más largo, cambié de color rosa a natural. Una vez tuve acabado el bolsito no me convenció el resultado. Así que nada, a deshacer esa parte y volver a empezar. Fue bastante laborioso pero prefería tardar un poco más, a que el resultado no fuese 100% lo que yo tenía en mente. Una, que es un poquillo perfeccionista jaja. Por suerte y para ver el cambio, se aprecia mucho mejor con los dos colores, ¿verdad?
¡Y este es el resultado! Ahora solamente te queda llenar tu bolsito de comida rica, o planear un picnic-playa-loquetuquieras y meterlo todo dentro.
¿Te atreves a probar con este material y hacer un bolsito de macramé con rafia? Cuéntame en comentarios. ☺️
|Este post ha sido posible gracias a una colaboración con Natkits para crear proyectos DIY con sus materiales naturales
Hasta muy pronto,
Rochi